LA BOTELLA AZUL Y EL NACIMIENTO DEL CAFÉ VIENES ©

LA BOTELLA AZUL Y EL NACIMIENTO DEL CAFÉ VIENES ©
En 1683, por segunda vez los turcos ocupaban Viena y en esta oportunidad por el poderoso ejército del Gran Visir Kara Mustapha Pascha. Acuden a la ciudad para liberarla de los turcos las tropas, de Jean Sobiesky y de Charles de Lorraine los cuales logran levantar el sitio gracias a la valerosa ayuda del polaco Georg Franz Kolschitzky, quien había vivido 10 años entre los turcos desempeñándose como battaghi. Kolschitzky convenció al Comandante de las tropas el Conde de Starhemberg que le permitiera traspasar las líneas del enemigo vestido a la usanza (Janitscharen) turca. Kolschitzky logra pasar y recoger información del campamento, pasándosela a Sobiesky. Ayudado por estas informaciones el Archiduque de Lorraine ataca a los turcos liberando así Viena. Al final del combate huyeron 300,000 turcos dejando abandonados sus cañones, municiones y suministros, dentro de los cuales se encuentran 500 sacos de café.
Kolschitzky es condecorado como héroe. Se le honra con el otorgamiento de la nacionalidad austriaca. Como recompensa, la Municipalidad Vienesa entregó el cargamento de café a Kolschitzky y le autoriza abrir el primer cafetín en Viena, llamado “Die blaue Flasche” (La botella azul). Kolschitzky había aprendido con los turcos a preparar el moka, hizo algunas innovaciones agregando leche y ciertas especies, así obtuvo lo que hoy conocemos como Cappuccino, lo cual acompañaba con pequeños panes en forma de media luna para recordar a los austriacos su victoria sobre los turcos. Hoy estos panes se conocen como croissant o Kipfel.
La vida intelectual, ligada a las tertulias, no se concibe sin el café, que despierta el ánimo y agudiza el ingenio de los artistas. Muchas de las grandes decisiones, se han tomado entre el humo y el aroma de un buen café. El café ha sido fuente de inspiración para poetas, políticos, periodistas, artistas, pintores, escritores e incluso algún científico que ha redondeado su teoría en compañía de una buena taza de café.
© MITA

domingo, 10 de abril de 2011

Ejemple de Democracia


Cuando los “representantes” del pueblo no lo representan, el pueblo debe tomar medidas, pues llamar democracia (Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo) a un gobierno que actúa en contra del bien del pueblo es cualquier cosa menos DEMOCRACIA.  

¿Por qué no se ha dado en Occidente la noticia de esto sucedido en Islandia que debe ser un ejemplo a seguir por muchísimas naciones  donde el pueblo es esquilmado, privado de esperanza, desempleado mientras los “políticos se forran” viviendo de espaldas a una nación que se va empobreciendo progresivamente?

  
¿Hay libertad de expresión y de publicación cuando los hechos ponen al gobierno en el banquillo de los acusados?  Parece que no.  Ojalá que el ejemplo de Islandia cunda en “nuestras democracias” occidentales asì como el movimiento por la democracia está creciendo en los paises islámicos.   
 
   



En Islandia, el pueblo ha hecho dimitir a un gobierno al completo, se nacionalizaron los principales bancos, se decidió no pagar la deuda que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su mala política financiera y se acaba de crear una asamblea popular para reescribir su constitución.

Esta es, brevemente, la historia de los hechos:

2008. Se nacionaliza el principal banco del país. La moneda se desploma, la bolsa suspende su actividad. El país está en bancarrota.

2009. Las protestas ciudadanas frente al parlamento logran que se convoquen elecciones anticipadas y provocan la dimisión del Primer Ministro, y de todo su gobierno en bloque. Continúa la pésima situación económica del país.

Mediante una ley se propone la devolución de la deuda a GB y Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés.

2010. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum.
En enero de 2010 el Presidente, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.

En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda arrasa con un 93% de los votos.

A todo esto, el gobierno ha iniciado una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Comienzan las detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos. La Interpol dicta una orden, y todos los banqueros implicados, abandonan el país.

En este contexto de crisis, se elige una asamblea para redactar una nueva constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que sustituya a la actual, una copia de la constitución danesa.

Para ello, se recurre directamente al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos sin filiación política de los 522 que se han presentado a las candidaturas, para lo cual sólo era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas.

La asamblea constitucional comenzará su trabajo en febrero de 2011 y presentará un proyecto de carta magna a partir de las recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán por todo el país.

Deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por el que se constituya tras las próximas elecciones legislativas.

Esta es la breve historia de la Revolución Islandesa: dimisión de todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis y reescritura de la constitución por los ciudadanos.

¿Se nos ha hablado de esto en los medios de comunicación europeos?
¿Se ha comentado en las tertulias políticas radiofónicas?
¿Se han visto imágenes de los hechos por la TV? Claro que no.

El pueblo islandés ha sabido dar una lección a toda Europa, plantándole cara al sistema y dando una lección de democracia al resto del mundo.

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